jueves, 8 de mayo de 2014

Cartones




Personajes
Primer mendigo
Segundo mendigo

Escena
Bajo los soportales de unas galerías comerciales dos mendigos se preparan para pasar la noche. Extienden unos cartones en el suelo y encima colocan sacos para dormir y mantas. Está oscuro y sólo la luz de los escaparates ilumina tenuemente la calle.

-Primer mendigo- ¿Ves ese reloj del escaparate?
-Segundo mendigo- ¿Cuál de ellos? Hay muchos.
-Primer mendigo- El mas caro. El Rolex de acero y oro. Una vez tuve uno.
-Segundo mendigo- ¿Ah sí? ¡No me digas! El otro día compartí portal con otro que había tenido una empresa, mujer y amante, un mercedes y no sé cuántas cosas más...
-Primer mendigo- ¿No me crees?
-Segundo mendigo- Pues.... te creo lo mismo que al otro. Puede que sí.... puede que no... ¿quién lo sabe? Y además que importa ya, ahora estás aquí ¿o no?
-Primer mendigo (asintiendo)- ¿Cómo te llamas?
-Segundo mendigo- Anselmo, pero no es mi verdadero nombre. Me lo cambié.
-Primer mendigo- ¿Porqué?
-Segundo mendigo- Porque con mi antiguo nombre me acordaba de mi madre.
-Primer mendigo- ¿Y ahora ya no la recuerdas?
-Segundo mendigo- No, ya no... Antes, con mi nombre, era el hijo de alguien, que vivía en algún lugar, que tenía amigos, familia, una ventana por donde asomarme, un parque para pasear, un espacio... Ahora soy Anselmo, sólo Anselmo y mañana seré Luis, sólo Luis, y pasado mañana, Eusebio... ¿Lo entiendes?
-Primer mendigo- Sí, creo que sí.
-Segundo mendigo- Se lo dije también al otro, se lo digo a todos. Y tú ¿cómo te llamas?
-Primer mendigo- Creo que se me acaba de olvidar...