El
hombre está sentado en un banco del parque. Delante suyo una niña
de pelo rubio y falda corta salta a la comba.
-Ven
bonita, mira que caramelos más ricos tengo- le dice el hombre a la
niña.
La
niña duda, pero se acerca. Sobre la mano del hombre tres caramelos
envueltos en celofán de color amarillo, verde y azul. Cuando
extiende su mano para coger uno la voz de su madre la llama. La niña
corre y su figura se aleja en los ojos del hombre.
Un
poco después otra niña se acerca en un patinete rosa. El hombre
repite la frase. No se esmera.
-Ven
bonita, mira que caramelos más ricos tengo.
La
niña se detiene y coge uno de los caramelos, lo mete en la boca y a
los pocos minutos se le nubla la vista.
El
hombre la coge en el cuello y le susura al oído, mi niña bonita…
mientras se pierde por la alameda.
Al
lado del banco queda el patinete rosa.
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