miércoles, 18 de marzo de 2015

Extraños en un tren





La mujer, joven y ceñida por unos vaqueros y una camiseta, estaba sentada en el asiento pegado a la ventana. Un hombre de mediana edad y traje de chaqueta se subió al tren y se sentó enfrente. La miró con detenimiento, desde la raíz del pelo hasta las uñas de sus pies pintadas de rojo sanguinolento. Ella se fijó en el turbio bulto que había entre sus piernas. Cuando la mujer se levantó, el hombre la siguió. Ahora, en el pasillo, un pasajero espera impaciente para entrar al WC.  

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